Para aplicar los conceptos expuestos
anteriormente ofrecemos el desarrollo, paso
a paso, de un retrato ejecutado por medio de las manchas que
produce el carboncillo. Fundamentalmente se trata de un ejemplo
en cuya ejecución no es necesario llegar a un acabado muy
perfecto, puesto que sólo pretendemos iniciarnos. Será
suficiente con entrar en contacto con este medio trabajando con
formatos de papel grande, ya que el dibujo así resulta mucho
más cómodo y a la vez el carboncillo plantea posibilidades más
ricas.
Ejercicio de ejemplo:
1.Una vez marcado en el papel los límites, buscamos con
la aguja las divisiones (mitad y cuartas partes) en el modelo,
comparando la relación entre ancho y alto.
2. Una vez fijadas estas
marcas en nuestro papel, procedemos a ajustar las proporciones
avanzando de forma lineal en el encaje de la figura que queremos
dibujar.
3. Comenzaremos ya a
entonar el dibujo aplicando al principio manchas con el
carboncillo, pero sin efectuar excesiva insistencia con la
barra.
4. Pasamos decididamente
la esponja, con lo cual integraremos el carboncillo en el papel
y armonizaremos el tono. Con el difumino limpio extraeremos los
claros.
5. Trabajando al mismo
tiempo en las distintas zonas avanzamos en la entonación,
fijando los puntos de máxima oscuridad y difuminando en las
zonas que lo requieran.